viernes, 28 de septiembre de 2007

Comienzan las clases

Sí, ya solo me queda un fin de semana de libertad, aunque lo mismo resulta que al final solo tengo una semana de clase y no sé cuánto de "descanso". El martes hablaré con el médico para hacerme una idea de cómo va a ser la operación y cuanto tiempo me tendrá "de baja" (y, lo más importante, si tengo que buscar unas muletas a lo House o podré estar apoyando el pie de primeras)

En fin, dicen que al que algo quiere, algo le cuesta, pero a pesar de las ganas de librarme de los tornillos y de dejar de ser CiberNani, cada día que me acerca al momento me dá más cosita eso de meterme en quirófano :S:S ¡Solo espero estar en plena forma para la meretn de los Muertos! ¡Con la ilu que me hace montar a caballo! XDDDD

En fin, si todo va bien, pronto estaré de nuevo con madrugones, con apuntes, con esas cosas que taaaaaaaaanto gustan a los estudiantes, aunque por suerte los huecos entre clase y clase van a ser más divertidos, porque casi todo el smial está ya en la universidad (si es que no os quejaréis, ¡¡si no me he ido antes ha sido por esperaros!!) y algún que otro café y alguna que otra maldad caerá.

Ainsss, habrá que buscar algo bueno a la puñetera rutina!!

Tiro con arco

Veeenga, uno más fácil que el de las ranas, para que no os quejéis ante tamaña dificultad...

Aiss, os estoy malcriando :S



martes, 25 de septiembre de 2007

Dispara a la rana

Hala, para que solteis adrenalina delante del ordenador.
Sí, es cruel con las ranas, pero todo el mundo tiene una historia, y a ésto se le puede llamar justicia poética XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD



jueves, 20 de septiembre de 2007

Aunque lo tengas todo, no tienes nada

¿Prueba superada?

Se supone que lograr presentarme a mi primer examen tras el bloqueo de seis años debería haberme supuesto alguna satisfacción. Pero no es así

Se supone que además el hecho de haber aprobado el examen tendría que haberme liberado de algo del peso que llevo en los hombros. Pero tampoco es así.

Tras dar el paso más grande en mi camino hacia la salida de mi pozo personal me siento exactamente igual que antes. Agobiada, con ansiedad, con pesadillas, sin motivación alguna para continuar con la carrera...

Quiero pensar que lo que necesito es tiempo para asimilar las cosas, pero tengo la terrible sensación de que no es así, de que los logros no me sirven de motivación, y ya no sé dónde buscarla.

Desde luego no quiero decir con ésto que no haya servido de nada. Mi madre se ha llevado una alegría como no le había dado en demasiado tiempo, y quizá eso sea lo único que buscaba, no volver a decepcionarle. En ese sentido sí he pasado la prueba. Y en el académico.

Pero desde luego en el personal no.


Ahora tres días para cambiar de aires y cargar pilas, y destrozarme los pies y, por lo que veo en la página del INM, ponerme como una sopa ¬¬
En fin, a ver si me cambia el humor...

jueves, 6 de septiembre de 2007

Un día de estudio

Un día más de septiembre.

El despertador suena, pero no lo escucho, para variar, así que me despierto y estiro la mano hasta los apuntes. No quiero levantarme, no tengo hambre ni me apetece desayunar. Está bien estudiar así.

Algo de brisa se cuela por la ventana abierta, y me peleo con la sábana para tapar lo suficiente por dejarme libertad de movimientos. Ruedo mucho cuando estudio, es como si intentase pillar el sueño, pero realmente intento pillar la idea que, en teoría, mana de esos folios.

Hora de comer. Hay que levantarse. Al poco rato ya estoy otra vez en mi camita, con mis apuntes. Creo que se mezcla entonces la pereza de la siesta con la del estudio, por eso prefiero estar medio tumbada en la cama que sentada en una mesa. Las horas del medio día pasan como losas en una silla atada a la mesa, y en la cama pasan más rápido, más cómodas, menos parecidas a un oficinista.

Sigo peleando con los apuntes, pero Pollo, a eso de las siete, ya está piando desesperado. Me apiado y le dejo salir de la jaula, pero inento seguir estudiando. Entonces es cuando se produce un duelo de titanes. Él trata de llamar mi atención piando, picando el papel, tratando se subirse a los folios como si fuesen una atalaya, y yo trato de estudiar, esquivanco la cola de Pollo que me tapa la palabra que estaba leyendo, que me picotea airado porque no le hago caso.
Al fin cedo, cosa de las ocho ya, y le dedico juegos y carantoñas al animalito.
Mi madre viene a estudiar conmigo. Me hace leer en voz alta todo lo que esoyt estudiando e intenta distraer a Pollo. Son los momentos de "guarda al animal que no te deja estudiar" y de "vale, si lo pillas, mételo en la jaula" Nada, no puede pillarlo, Pollo es más rápido. Son cinco minutos de solaz entre la losa de los apuntes.

En ocasiones algunas veces entro en discusiones metafísicas con mi madre
- ¿Has entendido algo de esta frase?
- yo nada
- a ver, léela otra vez
- ¿para qué, si no quiere decir nada, si todo esto son grandes palabras vacías, malabares hechos con palabras en vez de con pelotas?
- ya, si tienes razón, a ver sigue


Las ocho y media ya. La luz entra ya muy leve, casi no puedo seguir leyendo, y es cuando toca meter en la jaula a Pollo. Mi madre se va a ir preparando su cena y yo remoloneo un rato más, tras abrir las cortinas para que entre la luz y el aire, intentando desentrañar qué esconden los apuntes.
Nada.

Me rindo por ese día. Después de cenar, cuando me acueste, leeré alguno de los libros obligatorios para la asignatura y volveré a los apuntes mientras la tila y el somnífero esperan a que la bebida esté tibia y pueda beberla. Después qué se yo, media hora, una hora más de estudio hasta que se me cierren los párpados.

MAñana empezará de nuevo la rutina