domingo, 12 de octubre de 2008

Nueva aventura

Sí, señoras y señores, adelantándome a los porpósitos típicos y tópicos del año nuevo, servidora YA se ha apuntado al gimnasio. Y es una noticia en realidad no por el hecho de que me ponga a levantar pesas (tendríais que verme, es para partirse) sino porque no hacía ejercicio reglado desde bachillerato. Y eso es también noticia porque yo soy de la época en la que el bachillerato era 1º, 2º, y 3º de BUP, antes de la ESO y demás reformas académicas, así que echad cuentas, porque ni siquiera fui la última promoción de bachiller XDDDD

Por supuesto, no cuento mi escarceo de dos años con el yoga que terminó trágicamente con una lesión de isquiotibial... nuestro amor no podía ser.

Tampoco los tres años de bailes de salón, que fueron muy gratos en lo personal, pero cuyas enseñanzas he desaprovechado permitiendo que los pasos duramente aprendidos (jajajaja, duramente, ay si ésto lo leyese alguno de mis compis de allí XDDD) se cubran de polvo y se pierdan en los recovecos de mi memoria desapareciendo como si nunca hubiesen estado allí.



Toda satisfecha de haber dado el paso de volver al redil, aprovechando que en la universidad con ser estudiantes nos lo dejan más que baratito (10 euros a mes, por dos días a la semana, hora y media cada día con entrenador personal) me fuí para el polideportivo de la universidad a mi primer día como deportista... para encontrarme con DOS exámenes.
Aquello no era sin duda lo que yo había imaginado.

El primero fue médico: preguntas de rigor, toma de tensión, medicamentos que tomo, auscultación... prueba de esfuerzo ¬¬ también llamada, brevemente "pedalea en una bici sádica en la que subimos la dureza del pedaleo cuando ya vayas cansándote así, en plan majo, pa que se te salga la lengua de su lugar y las piernas se te desmonten en siete partes como poco, y, cuando crees que la tortura llega a su punto máximo te la volvemos a subir, y otra vez más en cuanto el cansancio termine de despistarte, y después, ya cuando parece de verdad que has terminado, porque aquello pita, ¡sigue pedaleando! pero más despacito, eso sí, que si no te vas a quedar sin piernas"
Vale, muy breve no es el apelativo ¡pero descriptivo es un rato!

Después de eso, al menos el entrenador me condonó el calentamiento peeeeeeeeeeeero, ¡examen de estado físico! (y una piensa "joder, ¿no es lo que me acaban de hacer?" ¡pues no, queridos amiguitos!) consistente en probar el 70% de las máquinas del gimnasio, y hay muchas :'(, para ver cual es nuestro tope. Eso significa levantar pesas con músculos que no sabes que tienes: 10 kg, 15, 20, (los brazos ya no responden casi) ¡35! ah, ¿que no puedes con ésto? vaaaaaaaale, prueba con 30 ¿ahora? ¡AHORA! joder, si me los pones antes de los 35 a lo mejor, pero me has matao con los otros ¬¬

...

Y así con máquinas para brazos, máquinas para otros músculos de los brazos, máquinas para piernas, máquinas para otro tipo de músculos de piernas, máquinas para ni idea de para qué, máquinas y más máquinas...
Pero claro, el examen no acaba ahí, finaliza con un minuto de abdominales y pasar por la báscula.


La hora y media prevista se convierten en tres horas con todo ésto, y el entrenador (majo, la verdad) nos asegura que no tendremos agujetas... quizá solo unas pocas por los abdominales.

Unas pocas.

Ya.

Dos noches después (porque a mí las agujetas me salen a los dos días) levantarme y acostarme en la cama era una prueba de superación personal, y el jueves, día nacional de vamos a hacer reir a Nani, que es divertido ver como se duele ¬¬

Así, temerosa, me encaminé a la segunda sesión.
Ésta vez ya teníamos la tabla de ejercicios para las primeras dos semanas, con una serie menos que Antonio y Gregorio en cada máquina y la cuarta parte del peso que tienen que levantar :P (básicamente porque soy un alfeñique, no por ser fémina... un consejo: no hagáis enfadar al Welo, que levanta pesas como una mala bestia y de un tortazo nos podría mandar a la luna XDDD)

Ahora, hoy domingo, he de decir que por ahora me gusta el gimnasio. Las agujetas no han sido tan duras tras la segunda sesión, y la verdad es que me divierte al reencontrarme con mi amigo Manolo, al que quiero muchísimo y que me permite disfrutar de momentos de sadismo sin par intentando chincharle entre ejercicio y ejercicio, como si en clases de baile siguiésemos, y al hacer algo que me cansa físicamente y me permite dormir algo mejor por las noches.

Pero claro, solo llevo una semana y cae la promesa de cambios de rutinas de ejercicio y de más y nuevas agujetas.



Tengo miedo.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Taller de quenya

Desde tiempos inmemoriales se llevan dando talleres de quenya en el smial (inmemoriales para mí, que soy Dory, y todo se comfunde en la nebulosa de mis recuerdos) pero éste es el primero del que hay documentos gráficos.


La cosa es que sí, se llevan dando desde que se fundó el smial, pero como se dan tan de tanto en tanto a la gente se le olvida lo tratado de una vez para otra, y tenemos la horrible tendencia a volver una y otra vez al primer tema: pronunciación.



Vista "aérea" del taller


Si no se ha impartido media docena de veces, no se ha impartido nunca. Y eso no está mal... a menos que sea siempre una misma persona la que lo da y que el 80% de los asistentes lo hayan padecido un mínimo de tres veces XDDDDDDDD

Esa es la situación en el smial.

Ahora, con la incorporación de Vinyakar y Caleion, hemos retomado las lecciones... por el principio, y el principio viene a ser ¿la m con la a? ma ¿y la m con la á? maa




Esta lista les pareció a algunos más larga que la de los Capitanes de los barcos de Homero

Tras la teoría llegó el momento de la práctica. Empezaron leyendo por turnos palabras relativamente sencillas para ir subiendo el nivel a frases o a versos de poemas cuyas grafías despertaban expresiones como las que siguen:



La m con la a, ma, vale, ¿y la h con la r cómo balrogs se dice?


O las siguientes, más dignas de una final deportiva televisada que de estar leyendo un verso en quenya




Se acerca a la palabra, la consonante va en su sitio, penúltima sílaba corta y ¡ GOOOOOOOOOOL!


Para terminar, un breve dictado, fácil, fácil, muchachotes, solo hay que tomar papel y lápiz y ¡no olvirar las diéresis! ¬¬



La becaria comentando el texto que constituyó el ejercicio de lectura... "el juramento de Fëanor" O:-)


Finalmente un par de nocciones sobre el plural y el uso del artículo para futuros ejercicios y llevarme los dictados para corregirlos cual tirana becaria de quenya de la UAN, que algo se me tendrá que ir pegando del Augusto e Ilustrísimo Dr. Eleder, Insigne Catedrático de la materia en cuestión.

Eso sí, ésta vez cambié el café por un té, rompiendo la tradición XDDDDDDDDDD

Don Vasile, perdónalos...

No puedo resistirme a poner ésto aquí. Lo que me tuve que reir es poco, vamos.





Difícil decidir si me hizo más gracia el video en sí o lo que me evocaba XDDDDDDDDDD