El mejor verano

Éste ha sido, sin lugar a dudas, un buen verano.
Empezó regular, entre el estrés del final del máster, cuando realmente creí que las fuerzas no me llegarían para lograr hacer absolutamente todas las cosas que se me exigían, cuando los exámenes de inglés se mezclaban con el trabajo de fin de máster, cuando las oposiciones se me echaron encima sin piedad... para qué negarlo, académicamente estaba ahogada. Creo que jamás me he visto tan sobrecargada, y eso lo puedo decir especialmente ahora, tras un tiempo de descanso y separación de los hechos. Nunca hubiera pensado que yo era capaz de seguir ese ritmo de trabajo y aguantar y superarlo así que ¡sorpresa! soy más capaz de lo que creía.
Por supuesto, no todos mis problemas eran académicos. En lo emocional también tuve que lamer heridas, pero eso también es bueno. ¿y por qué? Porque tras una relación tan larga como la que había mantenido, me ha venido bien comprobar que me puedo volver a ilusionar, recordar que la fase del pavo es loca, divertida, absurda y maravillosa y también me ha venido de fábula ver que no es oro todo lo que reluce (ejem, sí, está bien puesta la frase, no es EL poema :P) y que puedo querer, perdonar, caerme, levantarme, lamer heridas y seguir con mi vida. Es una pena, hubiera querido que la cosa hubiera sido distinta, pero aún así no me arrepiento siquiera de mi necedad, porque de todo se aprende.
Y estos eran mis comienzos, allá por junio, principios de julio. Y desde ahí todo ha ido viento en popa.

Para empezar me fui unos días a Sevilla, a ver a gente a la que adoro, con los que nunca me cansaré de decir lo bien que me siento. Allí he estado en la gloria, asistiendo a conciertos, a obras de teatro, paseando, haciendo turismo, haciendo el chorra en Isla Mágica, cantando al singstar, ¡sin faltar al starbucks, por supuesto! Fue una Nani y volvió otra, como suele suceder cada vez que estoy con ellos. El tiempo allí se me pasó volando ¡siempre me dejan con ganas de más! y volví como socia de Pelargir, legal, de nuevo dentro del redil (jajaja, bueno, en fin, con matices xDD) y habiéndome apuntado a la Estelcon.
De vuelta a casa me di de bruces con problemas que creía resueltos, pero pude comprobar que no es así. De todas formas me había propuesto no dejar que nada ni nadie me estropease MI verano ¡y a fe que lo he conseguido!
Poco después de volver de Sevilla me fui a conocer las playas de Cádiz en plan camping. Fueron un par de días bastante apañados y la playa de Punta Paloma me ha enamorado total e incondicionalmente. Esa arena finita, ese andar y que no cubra pero lo justo, no de forma cansina, esos macizos de algas, esa agua cristalina, esas dunas, esos barros ¡hasta una cascada! pena no haber ido a ver la lluvia de estrellas allí, ¡hubiera sido mágico! pero no se puede tener todo en esta vida.
Mi otra escapada ha sido a Granada, a ver a Ali. La verdad es que le echo mucho de menos y desde que está en Madrid nos vemos poquísimo, así que ni me lo pensé, me pillé un bus y hala, para allá a verla cuando casi no había desecho la mochila del camping.
Y luego, la feria, claro. No he salido tanto como creía, pero casi que he salido todo lo que mis pies me permitían xD Cerramos el real dos noches, probamos la de día y salimos algo más a la de noche ¡una buena feria! Y mejor aún por la compañía, por supuesto. He estado más que bien acompañada, tanto cuando éramos bastantes como cuando éramos poquitos xD ¡y con mi Ale! Porque eso lo ha hecho aún mejor, tener a Ale por aquí unos días. La pobre mía ha sufrido el barco vikingo, los garitos de salsa y mil cosas más, pero también hemos hecho el tonto con pistolas de burbujitas, hemos conocido gente, probado el daikiri de fresa y el cartojal (sí, lo reconozco, no lo había catado a mis años xD) bailado, reido, hablado...
El último día de feria nos alejamos del mundanal ruido y nos fuimos al parque de la batería, en Benalmádena, a perseguir patos fantasmas con las barcas y a pasear tranquilamente para descansar un poco. Genial. No hay nada en este mundo como remar un ratito en una de esas barcas, es algo que me fascina, me relaja, me hace sentir como nueva.
Y claro, eso son las cosas más o menos puntuales, pero durante tooodo el verano no he parado de salir a bailar salsa, de probar distintos cóckteles (al fin pude catar el sex on the beach), de tomar unas pintas, descubrir distintos chiringuitos, ir al cine, y practicar esgrima verbal xD Además me he dedicado a hacer cienes y cienes de fotos, porque le estoy pillando el gustillo a eso de disparar la cámara a casi cualquier cosa.
Hoy es uno de septiembre y he dado por cerrado el mejor verano en muchísimos años. Tan bueno ha sido que estoy con las pilas cargadas, llena de ilusión por la vida y pensando únicamente en vivir el presente día a día, saboreándolo y no dejando que nadie lo turbe. Ahora toca reactivarme y volver a buscar cierta rutina en mi primer año sin clases ni máster. Posiblemente siga con el inglés, vuelva al gimnasio, me apunte a clases de baile de nuevo, eche CV en institutos privados y comience a preparar las siguientes oposiciones peeeeeeeeeeeeeeero, eso ya mañana, por hoy ya he hecho bastante matriculándome de un par de cursillos y haciendo una rica (espero) tarta de queso.