Crónica de un fin de semana inenarrable

La tarde del viernes comenzó con la celebérrima boda que me llevará a lo más profundo del infierno hast que éste se congele. Porque una, además de mala y egocéntrica, es orgullosa (madre mía, no tengo arreglo) y una lo vale, y L'oreal y demás sandeces por el estilo.

Sobreviví.

Eso ya es más de lo que pensaba, y las puertas al delicioso fin de semana empezaban ahí, en forma de toyota con Ali y Antonio al rescate.
Ali, la tantas veces esperada Ali, al fin, tras pillar la alsina en el último segundo, había llegado, y eso había que celebrarlo. Empezamos con un cumpleaños feliz más que atrasado, haciéndole un regalo que ya tenía (eso nos persigue últimamente xd), presentándole a Pollo e inicando una partidilla de Vampiro que pareció ser la más corta de la Historia, pues apenas había entrado en personajes me dio por mirar el reloj y ¡cielos! teníamos que estar en el centro den diez minutos y nosotras sin arreglarnos!
Llamada de teléfono y arreglado. Podíamos comenzar la Operación Joticucha-Poque-Nosotras-Lo-Valemos-Oye y empezar a probarnos corsés, a intercambiar calzado, etc.
Una vez completada la parafernalia el resultado fue el que podéis ver en el fotolog, pero además o s dejo una foto de Ali para que juzguéis vosotros mismos si no es una perra del infierno que queda de puta madre en las fotos. Sobre todo teniendo en cuenta que ella no es asidua ni mucho menos de eso de hacerse laaargas sesiones de fotografía en plan top model. Chapeau, nena.

Iliel, Señora de la Noche

Pero claro, el fotógrafo experto no estaba allí solo por ella, y como buen reportaje para la revista de moda del momento, además de mostrar a la top en todo su esplendor, decidió sacar también a sus amigos para que el reportaje quedase más completo, así que allá que nos pusimos Tindo, el Welo y yo en plan Coterie, dando la cara (y algunos el cuerpo y el alma) para tan genial fotógrafo con resultados como el que sigue:

Ventrue, Gangrel, Raavnos y Toreador

El sr. Ventrue en un principio no quería salir, pero el resto de la Coterie le convencimos con sutiles amenazas como dejarle a solas con el Ravnos, que en esa foto más bien parece un Tremere colocao, pero es que el alcohol es muy malo, y eso que la noche estaba a punto de empezar...

Fuimos malos y le mandamos a Eloy una foto de su chica con el corsé a sabiendas de que el pobre estaba estudando para los exámenes aquella noche, porque hay que empezarlo todo con una buena acción. Y acabarlo igual. Nuestra buena acción del final fue un Baileys.

Dwalin y Celebnár a mitad de la noche

Tras las fotos, absenta para dos abstemias, que casi parece el título de una peli o de una novela rara, y risas, risas, risas, y más hasta que decidimos salvarle el culo al Ravnos y retirarnos antes de que nos lo matasen mucho (o mejor aún, para prevenir que luego nos lo matasen mucho)

Preo ay, la hora de dejar al Ravnos no es la hora de dormir para nadie, como bien se pudo ver luego en las caras estragadas del día siguiente. Porque sí, el colofón del finde era una maravillosa reunión administrativa del smial, que tocaba y no se podía mover, a la que vino como invitada Iliel (al fin se hace al revés y eres tú la que te cuelas en las mías y no yo en las tuyas XD) y de la que quedará memoria imborrable en nuestros recuerdos. Y no precisamente por el contenido burocrático, que se despachó bien pronto, si no por lo bien que nos lo pasamos.

Para la ocasión decidimos intarvambiar looks (y corsés) lo que en principio pareció -y lo fue- una idea muy divertida, pero al final resultó ser algo MUY peligroso... Nadie había tenido en cuenta lo que el cóctel de falta de sueño y armas contundentes podía provocar en la Presi

Ali y Nani "egofoto porque somos jórticas"

Y claro, como no podía ser de otra forma hubo muuuchas coñas, muchas fotos que quedarán censuradas (mías, mías, que Ali se portó muy bien y no hizo nada censurable ¿verdad Ali? XD) videos robados que TAMBIÉN quedan ritualmente censurados (sí, hago un ritual de censura, ¿pasa algo? :P) y algún palo que otro, todos muy merecidos, menos el que se llevó como daño colateral el pobre Welo.
Y es que si con la fusta tengo peligro, con fusta y látigo ya es para echar a correr. Aunque tampoco es que sirva de mucho esa opción, como bien puede atestiguar Bardo, que tras recibir su Justo Castigo por meterse con la Presi se hizo una foto tan feliz con ella, con la ternura que solo un retrato abuela-nieto puede transmitir.

Podría contar muchas cosas más, pero esas ya quedarán para los presentes aquella tarde (buah, y para los clientes de la tetería, que creían que aquello era performance casi, y para los viajeros de la alsina de vuelta a Granada, que tenían miedo de nosotros ¡pero la mímica es buena! y para... ejem, dejémoslo ahí) que para algo lo vivimos y lo disfrutamos.


Y un último detalle: si nada de ésto os ha servido como advertencia, una imágen vale más que mil palabras.

Celebnár, látigo en mano, a punto de ejercer Justo Castigo