lunes, 7 de junio de 2010

La apuesta

Aposté a la suerte sin dudarlo
y jugué mis guirnaldas contra mañanas de mayo
Solo arriesgaba perder la primavera
-la mayor de mis apuestas-
¡y podía ganar tanto!
Supe que perdía al jugar contra el tiempo
y pagué la deuda
con guirnaldas y sonrisas
a la fría, cruel, esperanza,
entre los vientos de marzo.
© Nani Chicharro Martínez , 2010


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2 comentarios:

Alberto Zeal dijo...

A veces hay apuestas que merecen la pena, riesgos que hay que correr... Como diría Twain, "dentro de 20 años estarás más disgustado por las cosas que no hiciste que por las que sí hiciste. Así que librate de los cabos atados. Navega lejos del puerto seguro. Coge las corrientes de viento con tus velas. Explora. Sueña. Descubre". Y ese tiempo seguro que no será una apuesta perdida ^_^

Celebnár dijo...

Puede merecer la pena, pero cuando pierdes la apuesta, no sé, la cosa no está ya tan clara. No sé de qué me arrepentiré dentro de 20 años. Probablemente de menos cosas de las que me pueda arrepentir hoy, pero bueno, esta apuesta, al menos, la jugué. Es pronto para juzgar si me arrepentiré de ello...
:**